Tu café, tu historia.

Si el café es tu pasión y las bolsas GrainPro han sido parte de tu proceso de postcosecha, este concurso es para ti.

Queremos conocer tu historia y la calidad de tu café. En Contando Historias con Fibtex 2025, premiamos a los caficultores que, con innovación y dedicación, logran cafés excepcionales usando nuestras bolsas GrainPro.

¿Qué buscamos?


Los mejores cafés en tres categorías:
☕ Lavado
☕ Semi Lavado (Honey)
☕ Natural

Ganadores del Concurso
Contando Historias con Fibtex 2025

Cada café es una historia.
Estas tres familias nos recuerdan que detrás de cada grano hay tradición, innovación y amor por la tierra.
Conoce a los ganadores de esta edición, representantes del talento, la resiliencia y la pasión cafetera de Colombia.

Ganador Proceso Lavado — Miguel Ángel Muñoz

Finca: La Orquídea · Ubicación: Bruselas, Pitalito (Huila)
Variedad: Caturra Chiroso · Fermentación: Anaeróbica · Secado: Al sol

Conoce su historia:

Soy un joven de segunda generación de la caficultura de mi familia.

Cultivar café es algo que he descubierto que no es nada fácil.

Después de que terminé mi bachillerato, a los 17 años, sembré mis primeros árboles de café pensando que era fácil.
Llevo cuatro años en este camino, donde he conocido personas que me han motivado a llevar mi café a la especialidad.

El café no es solo café, sino que también nos lleva a conectar con más personas alrededor del mundo.
Entendí que lo que había conocido era apenas una pequeña parte de todo este gran proceso del café.

Descubrí que algunas empresas que nos compran el café en pergamino reembolsaban el café a unas bolsas.
Preguntando a esas mismas empresas, decidí conseguir unas unidades.
El tema es que con estas bolsas me he llevado una gran sorpresa: mis cafés siempre habían tenido 85 puntos en taza, pero si los dejo por más de un mes en estas bolsas, el café se estabiliza uno o dos puntos más, mejorando su sabor.

Ganador Proceso Semilavado — Liliana Gembuel

Finca: El Pinal · Ubicación: Zumbico, Jambaló (Cauca)
Variedad: Caturra · Beneficio: Semilavado (Honey)
Fermentación: Anaeróbica · Secado: Al sol

Conoce su historia:

La familia Quiguanas Gembuel es de segunda generación cafetera.
Mis padres son cafeteros, y nosotros llevamos ya 16 años cultivando este maravilloso grano. Estamos ubicados en el norte del Cauca, en el municipio de Jambaló, a seis kilómetros del casco urbano, entre los 2.100 y 2.200 m s. n. m.

Entre los años 1990 y 2005, en nuestro territorio hubo mucha siembra de amapola. A raíz de eso, y del conflicto armado, la economía de muchas familias —incluida la nuestra— dependía de ese cultivo. Pensábamos que era la única forma de ganar dinero; estábamos enceguecidos con él.

Nuestros padres siempre nos decían: “siembren café”, pero no hacíamos caso, diciendo que el café no daba, que se demoraba mucho en producir, mientras que la amapola sí daba cada tres meses. Ellos insistían: “siembren comida”, pero nosotros preferíamos comprarla y no sembrarla.

En el año 2005, a finales de año, la goma se puso muy barata, a 100 pesos el gramo, y nadie llegaba a comprarla. Teníamos bastante, pero eso no se podía comer; tuvimos que botarla. Pasaron los años y nadie compraba la mercancía. Pasamos muchas necesidades como familia, porque no teníamos otros cultivos alternativos para defendernos económicamente.

Gracias a esa situación aprendimos a buscar una nueva alternativa. En los años 2009–2010 empezamos a sembrar este maravilloso cultivo: el café. Sembramos 2.000 matas entre Caturra y Castilla. No sabíamos cultivarlo, pero fuimos aprendiendo en el camino.

En ese tiempo el café estaba muy barato y no resultaba rentable, ya que estábamos alejados de la carretera; teníamos que cargar el café en cereza al hombro y a caballo, subiendo una loma durante una hora de camino. No teníamos despulpadora ni secadero, y en tiempo de lluvia era imposible secar. Un vecino nos compraba el café verde, pero barato; trabajábamos solo para comer.

Pasaron los años y un vecino se dio cuenta de que teníamos buen café. Nos dijo que lo lleváramos a una trilladora porque allí pagaban mejor. Lo hicimos, y efectivamente, el pago fue bueno. Eso nos motivó a sembrar otros 4.000 palos más.

En el año 2019 ganamos un concurso de cafés especiales, y ahí fue cuando vimos que ese era el camino. Con los recursos obtenidos por la premiación, lo primero que hicimos fue construir un buen secadero y comprar una moto para movilizarnos hasta cierta parte del camino, ya que todos los días caminábamos dos horas diarias de la casa a la finca, ida y vuelta.

En los años 2022 y 2023 fuimos afectados por una helada que dañó más de la mitad de la producción: del 100 % bajó al 15 %. Perdimos toda la inversión. De cosechar 150 arrobas pasamos a solo 20. Se nos bajó mucho la moral, quisimos dejar todo tirado, porque nada salía bien.

Hasta que un día mi marido tuvo un sueño muy largo en el que veía que, a través del café, se podía marcar la diferencia haciendo algo distinto. Comenzó a realizar procesos de fermentación en bolsas Greimpro con lo poco que quedaba en la finca, y logramos mejorar la taza: pasamos de 83 a 86 puntos, realizando una buena selección de cerezas con familiares y vecinos.

Hasta el momento hemos participado en cuatro concursos como finalistas al mejor café del Cauca. Cuando se seca el café, lo guardamos en las bolsas Greimpro; estas mantienen la humedad y la calidad del café. Ha sido muy importante implementar su uso, y lo recomendamos a las familias que están empezando a realizar estos procesos de fermentación.

Cuando mejoramos nuestra economía familiar, también mejoramos la educación, la alimentación y la salud, y logramos una sociedad más unida a través del café.

Actualmente, la vereda se encuentra libre de cultivos ilícitos, y la economía gira en torno al café.

Ganador Proceso Natural — Juan David Guzmán

Finca: Bellavista · Ubicación: Pitalito (Huila)
Variedad: Geisha · Fermentación: Anaeróbica · Secado: Al sol

Conoce su historia: